Rotura de fibras o desgarro muscular. Tratamiento, ejercicios y recuperación

Categoría: Fisioterapia 0

 

¿Qué es el desgarro muscular?

El desgarro muscular es la distensión o rotura de un músculo o un tendón por estirar o contraer demasiado el tejido muscular. Los músculos que suelen verse más afectados son los de las piernas y los de la parte baja de la espalda.

 

 

¿Cuándo se produce el desgarre muscular?

El desgarro muscular (también denominado tirón muscular) se produce cuando un músculo o un tendón (el tejido resistente que une el músculo con el hueso) se estira demasiado o se rompe. Por lo general, el desgarro muscular ocurre durante el ejercicio o las actividades deportivas. También puede ocurrir al levantar objetos pesados.

 

¿Dónde se suele producir?
El desgarro muscular suele producirse en las piernas o en la parte baja de la espalda. Los músculos que se lesionan con mayor frecuencia son los siguientes:

  • Músculos de la pantorrilla – un desgarro de la pantorrilla es una rotura de los músculos posteriores de la parte baja de la pierna. La función de los músculos de la pantorrilla es ayudar a levantar el talón.
  • Cuádriceps – un desgarro del cuádriceps es una rotura de los músculos delanteros del muslo. La función principal del cuádriceps es ayudar a enderezar la rodilla.
  • Músculos isquiotibiales – un desgarro de los músculos isquiotibiales es una rotura de los músculos posteriores del muslo. La función principal de los músculos isquiotibiales es ayudar a flexionar la rodilla.
  • Músculos paravertebrales – un desgarro lumbar o en la parte baja de la espalda es una rotura de los músculos de la parte baja de la espalda. La función principal de los músculos paravertebrales es sostener la columna vertebral y soportar el peso de la parte superior del cuerpo

 

¿En cuánto tiempo se me puede curar un desgarro muscular o rotura fibrilar?

En términos generales, asumiendo que se realiza un proceso de rehabilitación adecuado y que los plazos dados pueden ser distintos dependiendo de las características de cada individuo, los desgarros musculares tienen estos tiempos aproximados de curación:

  • Grado 1 o leve: ocho a diez días
  • Grado 2 o moderado: de tres a cuatro semanas
  • Grado 3 o grave: de uno a tres meses

 

Síntomas del desgarro muscular

Si usted ha sufrido un desgarro muscular leve (de primer grado), puede tener la zona sensible y el músculo tenso. Con un desgarro leve, quizás pueda continuar con sus actividades.

Los desgarros musculares más graves (de segundo y tercer grado) causan un dolor considerable. El músculo se siente rígido y se inflama la zona que rodea la lesión. El dolor empeora con el movimiento, por lo que le impedirá continuar con sus actividades. Incluso puede tener algunos moretones alrededor de la zona lesionada.

Si usted ha sufrido un desgarro muscular de tercer grado, el dolor será agudo, tendrá mucha inflamación y perderá la funcionalidad muscular. Si el desgarro muscular es considerable, pudiera haber una protuberancia o una desigualdad que antes no estaba presente en la zona lesionada.

 

Causas del desgarro muscular

  • Falta de flexibilidad
  • Lesiones mal tratadas
  • Un viejo desgarro
  • Fatiga muscular severa
  • Un esfuerzo muy violento
  • Entrenamiento excesivo o insuficiente

 

Tratamiento para el desgarro muscular

Fase aguda después de una rotura de fibras o desgarro muscular (del día 1 al 5)

  • Aplicación de frío en la primera fase de tratamiento luego de un desgarro muscular o rotura de fibras.
  • La realización de un masaje drenante, ayudan a evacuar el exceso de inflamación que se produce, mejorando así el cuadro doloroso característico de los primeros días y poniéndose las bases de una correcta recuperación posterior.
  • En las roturas fibrilares o desgarros musculares siempre hay que guardar reposo relativo; lo más importante en los primeros estadios de las mismas es N
  • O solicitar la musculatura afectada e intentar, en la medida de lo posible, poner la musculatura en una posición de relajación.
  • Movilización pasiva suave para la primera fase del tratamiento luego de un desgarro muscular o rotura de fibras.

 

Fase de inicio de la recuperación tras una rotura de fibras o desgarro muscular (del día 5 al 10)

  • Aplicación de calor en la segunda fase del tratamiento de desgarro musular o roturas de fibras.
  • A partir del día 4 o 5 es recomendable empezar a activar la zona dañada mediante movimiento suave. Debe realizarse de manera cuidadosa y controlada, ya que en la fase de recuperación el músculo se verá beneficiado de una movilización y contracción activa del mismo, esto mejorará y orientará de manera adecuada las fibras musculares, mejorando el proceso de cicatrización y evitando las fibrosis y adherencias musculares típicas de estos procesos.Masaje drenante circulatorio y de relajación muscular.

 

Fase de recuperación parcial de un desgarro muscular o rotura fibrilar (del día 10 en adelante)

  • Vendaje compresivo para la tercera fase fase del tratamiento de un desgarro muscular o rotura de fibras.
  • A partir del décimo día, aproximadamente, podemos realizar ejercicios de estiramiento suaves indoloros; el dolor siempre ha de ser una guía para realizar todos los ejercicios que se recomiendan. En casos de recuperación de las roturas de fibras, y pasada la fase aguda donde hay dolor en reposo, el dolor producido por alguno de los ejercicios recomendados siempre nos indica que la cicatrización se está viendo agredida.
  • Ejercicios de readaptación muscular en carga. En esta fase (en el contexto de una rotura de fibras o desgarro muscular en miembro inferior) se podría hacer un ejercicio de carrera suave, además de algún otro ejercicio de contracción indolora de la musculatura afectada, siempre teniendo cuenta que los tiempos y la intensidad deben ser moderados y suaves.
Fase de recuperación total de un desgarro muscular o rotura de fibras (del día 20 en adelante)
  • Ejercicios activos más intensos para la cuarta fase del tratamiento del desgarro muscular o rotura de fibrasPara buscar una readaptación muscular completa, en eNo debemos olvidar que aunque en esta fase el músculo se encontrará casi completamente curado, todavía corremos el riesgo de que la musculatura se vuelva a lesionar. Esta fase debemos ir aumentando de manera progresiva la duración e intensidad del ejercicio físico, siempre evitando contracciones bruscas intensas de tipo balístico que puedan volver a dañar la musculatura. Sin embargo, el entrenamiento excéntrico es de gran utilidad en esta fase.
  • Masaje transverso profundo a las fibras en caso de adherencias o fibrosis (tipo Cyriax).
  • En esta fase de recuperación los estiramientos musculares deben ser más intensos, buscando una mayor exigencia en los mismos. Ya que un objetivo fundamental será recuperar la flexibilidad y la elasticidad muscular perdida, es aconsejable que la exigencia de los estiramientos se vayan aproximando a la musculatura del lado contrario no afectado, siempre aplicando las reglas mencionadas de prudencia y sentido común.
  • El entrenamiento excéntrico ha demostrado grandes beneficios posteriormente a un desgarro muscular, así como en la prevención de los mismos. Esto se debe a que en las contracciones de tipo excéntrico la musculatura se elonga mientras mantiene una tensión sostenida, esta tensión es mucho más alta que en las contracciones de tipo isométrico y concéntrico. Además, facilita la estimulación de células reparadoras en tendón y hueso, así como el alineamiento en paralelo de las fibras colágenas, tan importantes para la resistencia ante fuerzas externas que puedan volver a ocasionar una rotura fibrilar o desgarro muscular. 

Prevención: ¿cómo evitar el desgarro muscular o la rotura de fibras?

Cualquier lesión que sucede en nuestro cuerpo es prevenible. Para prevenir una rotura de fibras o desgarro muscular debes tener en cuenta:

  • Si realizarás deporte o una actividad física intensa debes realizar un calentamiento previo. El calentamiento debe de incluir todas las articulaciones, y comenzar desde la cabeza e ir bajando hasta llegar a los pies (sigue este orden: cuello, hombros, codos, muñecas, tronco, caderas, rodillas y pies). El calentamiento preparará a los músculos para que reaccionen rápida y correctamente a los estímulos de la actividad a realizar. Recuerda que los ejercicios de estiramiento que se incluyen en un estiramiento buscan despertar al músculo.
  • No te excedas en las actividades que realices: un músculo fatigado no responde bien a cambios de dirección ni es capaz de manejar con rapidez los estímulos que le aplicamos durante el ejercicio. Escucha y respeta lo que tu cuerpo te dice, y dale tiempo para que se recupere. Esto te hará cada vez más resistente a las lesiones.
  • Nunca olvides tomar agua y electrolitos. Con la actividad física se pierden muchas sustancias necesarias para el organismo, como agua y sales. El consumo de bebidas energéticas es una excelente manera de reponer todas las sustancias perdidas.
  • Si te has lesionado respeta las fases del tratamiento. Cada estímulo está indicado para ayudar a tu cuerpo a regenerarse, y los estímulos incorrectos pueden hacer que las células se desorganicen. Al desorganizarse el tejido no queda como antes, es frágil y propenso a volver a romperse.

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